Cuevas del Drach en Mallorca
Las Cuevas del Drach son una de las visitas más recomendadas en Mallorca, uno de esos lugares cuya visita es obligatoria para cualquier turista que venga de vacaciones a Mallorca. Hoy hemos preparado un poco de información sobre estas cuevas de Mallorca con fotos, opiniones, precios, duración de la visita, el lago Martel… esperamos que os guste.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
Historia de las Cuevas del Drach:
Estas cuevas ya eran conocidas en una antigüedad remota, pero no se visitaban turísticamente. Contienen restos megalíticos, lo que demuestra que la parte de la cueva que se visita en segundo lugar fue ya habitada en la edad del bronce (hace 3000 años). Además los pescadores de Porto Cristo, los marineros y piratas que recalaban allí acostumbraban a bajar a ella en busca de agua del lago. Claro, con todo este trajín, esta parte de la cueva está ennegrecida por el humo de las antorchas y lámparas de aceite de estos visitantes.
En la actual salida se han encontrado restos talayoticos de la edad del bronce, cerámica romana, árabe y moderna, e incluso una daga florentina, prueba de lo animado que estaba el trozo de entrada de la cueva. La primera noticia escrita de la cueva, es un mensaje de Rover de Rovenach, gobernador de la isla, al alcalde de Manacor hablando sobre la existencia de la cueva. En 1632 ya son mencionadas con el nombre “Drach” en el libro “Historia del Reino de Mallorca” de Dameto, y no es hasta 1880 cuando aparece el primer mapa dibujado de la cueva por el cartógrafo y espeleólogo M.F.Will.
Hacia 1850 comenzaron a ser visitadas; pero no la parte de las cuevas que se visita hoy en dia, sino otra parte mucho menos interesante, la que corresponde a la Cova Blanca y Cova Negra.
Dejen que les contemos una anécdota:
En 1878 dos turistas catalanes la visitaron con un guía que la conocía muchísimo porque un primo suyo había hablado una vez con un pescador que tenía un hermano que había oído decir que dentro de la cueva había agua.
Con unos informes tan claros, no es de extrañar que a los cinco minutos ya no supieran donde estaban. Devoraron sus provisiones y empezaron a considerar la posibilidad de comerse también al guía, cuando oyeron voces: unos pescadores llegaban al rescate, pero con la precaución de ir desarrollando un palangre o sedal. Resultó que el hotelero de Manacor empezó a pensar si la tardanza no sería un truco para no pagar la pensión, y mandó a los pescadores a investigar. La historia no cuenta si dieron propina al guía.
Pero el reconocimiento de estas cuevas y su popularidad universal, la debemos a unos extranjeros, concretamente dos: el archiduque Luís Salvador y el espeologo Martel. El archiduque encargó a Martel la exploración de las cuevas, que realizo Martel entre el 9 y el 12 de septiembre de 1896, acompañado de los mallorquines Moragues y Pedro Bonet. Ellos fueron, pues, los verdaderos descubridores de las cuevas que van a visitar, y ellos fueron los que levantaron el correspondiente plano.
En 1922 joan Servera Camps las compró a su anterior propietario el sr. Moragues, y las acondicionó para que pudieran visitarse.
¿Cómo se han formado las Cuevas del Drach?
Las formaciones en horizontal de las cuevas pueden deberse a la saturación del ambiente con ácido carbónico, o una presión particularmente alta en el interior de la estalactita, que la hace “estallar” hacia los lados. Las corrientes de aire entre las distintas aberturas al exterior hacía oscilar las gotas, provocando su evaporación en posiciones distintas a la vertical.
Las cuevas se forman con el agua de lluvia que lleva en disolución pequeñas cantidades de ácido carbónico, que diluye el carbonato cálcico de las rocas calizas convirtiéndole en bicarbonato cálcico soluble y arrastrándolo hacia el subsuelo. Al encontrar alguna cavidad, provocada por una ruptura del terreno (caso Hams), o la erosión del mar (caso Drach) o de un río subterráneo (caso Arta) el agua desprende nuevamente el ácido carbónico con lo que el bicarbonato de cal, al devolverle su carbono extra al ácido ese, se convierte de nuevo en carbonato cálcico insoluble. Así que el carbonato le toma prestado el carbono al ácido carbónico del agua de lluvia, lo usa para hacerse soluble y poderse filtrar, y cuando ya se ha colocado se lo devuelve al aire.
Las estalactitas tienen siempre un hueco central por el que sigue bajando el agua, mientras que las estalagmitas son macizas y más achatadas, pues las forma el agua que cae. El ritmo de crecimiento es lento, aunque pueda variar mucho de un lugar a otro de la cueva. Según algunos autores, es de un metro cada diez mil años. Si depositáramos una moneda sobre una estalagmita y esperáramos, al cabo de 100 años ya no la veremos porque estará cubierta por 10 mm de carbonato cálcico.
La visita a las Cuevas del Drach:
La visita empieza en la sala Armand, conocida como el vestíbulo, de unos 200 metros de largo en la que originalmente su suelo era de arcilla. Es una sala sin concreciones notables, pero un punto de partida ideal para empezar a explorar las cuevas, y acostumbrarnos a la temperatura y luz del interior. Desde aquí nos preparamos para un espectáculo de de gran belleza con sorprendentes formaciones, lagos, formas caprichosas…
Ya en pleno descenso tenemos el Valle de Montserrat (estalagmitas que recuerdan la famosa montaña), y ahí colgadas del techo “pastanagues” (zanahorias)de un rojizo subido debido a la presencia del óxido de hierro, y “llençols” (sabanas) que parecen tendidas a secar. Vean el órgano que forman estas piezas perfectamente colocadas. Y arriba la formación conocida como la bandera, con sus franjas, desplegada como un trofeo.
Posteriormente encontramos el baño de Diana, lago de hermosos colores, tal vez uno de los rincones más delicados de las cuevas. En el agua, casi inadvertida, se reflejan las estalactitas, que parecen como cúpulas y agujas que suben del suelo y se juntan y se confunden.
Pasamos por la sala Angélica, y volvemos a tener la presencia del agua. Esta sala es un lugar donde empezar a dar rienda suelta a la imaginación, e identificar formaciones con paisajes como una ciudad encantada o un monte nevado. Seguimos adelante, tenemos un capitulo de imágenes de santos: La Virgen de la Cueva, San Antonio de Padua,…Continuamos con la imaginación: Venus de milo, buda,… Vea un fraile o imagínelo. Está sentado y nos da la espalda. Después es turno para la gastronomía: bacalaos, fideos. Luego vemos un berbiquí, una estalactita en forma helicoidal, cuya formación sigue siendo un misterio. Otra vez el agua, una pequeña playa.
Y más allá, formaciones de color negro: Es Bosc Cremat debido a la presencia en el carbonato de sales de bronce y de hierro. Después la Cerería: formas amarillas que cuelgan del techo, como si de una fábrica de candelas y cirios se tratase.
El lago Martel en las Cuevas del Drach:
Y por fin llegamos al Lago Martel. Este lago se bautizó con el nombre de Lago Miramar, en recuerdo de las posesiones mallorquinas del instigador del descubrimiento, el archiduque Luís Salvador, pero que con el tiempo, ha revertido al hombre que lo bautizará: el lago Martel, apellido del famosos espeleólogo francés del siglo pasado. Sin duda el lago Martel es lo que hace estas cuevas tan especiales, y diferentes a otras.
Sobre el agua decir que es parcialmente salada (10.6 gramos por litro: hirviendo 100 litros de agua obtenemos 1 kg. Y pico de sal). El agua sube o baja, así el nivel de los lagos no es invariable; ha cambiado con el tiempo y dentro de diferentes períodos. Esto se debe a la presión atmosférica, por ello se cree que esa variación es debida a las tormentas marítimas y que cuando el viento sopla del mar, las aguas bajan. También influye la acción de la luna.
Según el color podemos saber la profundidad:
- Si es verde hay 3 metros de fondo
- Si es azul hay 8 metros de fondo
- Si es blanca hay 1 metro de fondo
Concierto en las cuevas del Drach:
Estamos ahora a oscuras, como el siglo pasado. Serán acomodados en una especie de teatro romano, frente al lago. Entonces, pueden disfrutar de un maravillosos espectáculo de luces, el amanecer. Todo un juego de luces automatizado que es maravilloso. Después escucharemos un concierto de música clásica: detrás de unas grandes estalactitas surgen unas barcas, unas góndolas iluminadas, nos darán el concierto del lago, y al finalizar nos podremos dirigir a la salida bien andando o en bote.
Las cuevas están exquisitamente iluminadas por el catalán Buigas, autor de las fuentes monumentales de la exposición internacional de Barcelona en 1929. En España se le conoce por el “mago de la luz”,y fue en 1935 cuando estuvo trabajando en las Cuevas para su iluminación.
La luz es muy importante en las cuevas, pues les confiere un encanto especial. En ocasiones lleva mucho trabajo encontrar la posición adecuada para la bombilla, de forma que resalte adecuadamente las formas de la cueva.
Para alcanzar la salida deberán subir un total de 121 escalones, y llegarán a la parte de la cueva conocida desde más antiguo, era la primitiva entrada. Es la cueva de Luis Salvador. Por ahí podemos vislumbrar la Gruta Negra, la parte que, por no alargar la excursión, visitamos.
Y de nuevo al aire y sol mallorquín. Los jardines.
Cuevas del Drach precio:
Los precios de la entrada a las Cuevas del Drach en 2018 son de 15,50€ los adultos y 8,50€ los niños, y el precio de la entrada incluye la ruta en el interior de las cuevas, el concierto en el lago Martel y la opción de paseo en barco. En el precio de las Cuevas del Drach no hay descuentos para familias, residentes, personas mayores…
Cabe decir, que las visitas no son guiadas en el interior, sino colectivas siguiendo un itinerario perfectamente definido en el interior de la caverna.
Horario de las Cuevas del Drach:
- Del 1 de noviembre al 11 de marzo: 10:45 h, 12:00 h, 14:00 h y 15:30 h.
- Del 12 de marzo al 31 de octubre: 10:00 h, 11:00 h, 12:00 h, 14:00 h, 15:00 h, 16:00 h y 17:00 h.
Ni que decir tiene que en temporada alta, y en ocasiones en temporada baja, las colas son importantes para adquirir el ticket de entrada.
¿Cómo llegar a las Cuevas del Drach?
Llegar a las Cuevas del Drach es muy fácil, y están perfectamente señalizadas. Se encuentra en la zona este de Mallorca, en Porto Cristo, y disponen de parking propio.
En click-mallorca contamos con una manera muy fácil para llegar a las cuevas del Drach en una de nuestras excursiones organizadas, en las que tienen transporte ida y vuelta en autocar, entrada a las cuevas del Drach y un guía en el autocar que les informa sobre la visita y aquellos pueblos que vemos durante la ruta. Además la entrada a las cuevas ya está organizada, y no tienen que hacer ningún tiempo de espera para conseguir su ticket de entrada, el cual es entregado en el autocar. Las opciones en nuestra web son:
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